Todas las piezas textiles y creaciones diseñadas en Alilia se entregan sin lavar.
Al tejerse con materiales naturales recomiendo cuidarlas, también, de la forma más natural posible.
Como creadora textil y artesana soy partidaria de estresar lo menos que se pueda las piezas recién tejidas y dejar que todas ellas se expresen en su lenguaje original, dando rienda suelta a su volumen, color y texturas originales. Considero que el lavado de la pieza recién sacada del telar es una agresión innecesaria para los materiales con los que está creada y tejida, por tanto, recomiendo hacerlo sólo cuando sea necesario lavarla por el uso.
Con un mínimo de cuidados y atenciones, las prendas Alilia te acompañarán toda la vida.
Por eso te recomiendo, para empezar, lavarlas lo menos posible. Podemos conseguirlo si no las exponemos al contacto directo con perfumes, maquillajes, cosméticos o grasas. Además, las características de los materiales utilizados, en contacto con el agua, podrían cambiar en lo que a medidas, textura y color se refiere. Nada grave, por supuesto, porque considero que todas las piezas están vivas de alguna manera y estoy segura de que, en caso de adquirir una nueva forma de expresión, va a ser igualmente bella.
Una opción que garantiza que la pieza queda exactamente igual a la original es lavar la prenda en seco pero si no deseamos gastar dinero en ello podemos hacerlo tranquilamente en casa con agua fría, en un barreño y muy poquito jabón neutro. No utilices suavizante.
El exceso de agua lo quitaremos apretándola un poco, con mucho cariño y suavidad, sin retorcer para escurrir el exceso de agua y la dejaremos secar extendida en posición horizontal sobre una toalla en una superficie plana y a temperatura ambiente. ¡La tabla de la plancha puede ser una buena aliada! También la superficie plana del tendedero de interior, poniendo como base una toalla gruesa. Así evitaremos que se deforme por el peso del agua si la tendemos. Además, ayudaremos también a que conserve las propiedades de suavidad y brillo y se arrugue mucho menos.
No utilices lavadora, ni secadora. Tampoco la expongas a fuentes directas de calor o al sol.
Si por algún motivo necesitaras plancharla hazlo con la plancha templada y con un paño por encima para evitar roces y sacarle brillos que no son suyos.
Para almacenarlas, te recomiendo que las dobles mejor que colgarlas en perchas. Evitarás que se deformen o que se marquen. Si tienes alguna bolsa de algodón en la que guardarlas de una temporada a otra, las prendas estarán más protegidas.
Al manipularlas, mejor si lo haces sin anillos o pulseras para evitar que el tejido se pueda enganchar.
Verás que todo lo que te propongo es muy sencillo y, además, lavar menos nuestras prendas nos hace también ser más sostenibles y renovar nuestro compromiso de respeto por el medio ambiente.